De todos los instantes que
constituyen la vida, hay sólo algunos cuantos en donde sentimos que nos
conectamos a nuestras propias raíces. La tierra nos espera como esa
madre, "aluna", en la cosmovisión kogui que nos invita a adentrarnos
en su corazón. No gratuitamente el ambiente entrañable de este cursotaller se
nos regala en un lugar que llaman los hermanos mayores, "el corazón del
mundo", esta Sierra Nevada de Santa Marta que nos acoge en esta
experiencia.
Por eso en este
día aprovechamos para tomar el pulso de ese corazón, que es mucho más que la
montaña que nos acoge y que engloba en sí cada una de las regiones
representadas en los miembros de nuestro cursotaller. Sabemos que Dios también
quiere hablarnos en sus expresiones culturales, en sus bailes y danzas, en la
exuberancia de su gastronomía y especialmente en el carácter de la gente que la
puebla, que la convierte en canto.
Seguimos adelante con esta
experiencia que pretende conectarnos con lo más sagrado; con los pies
profundamente arraigados en la tierra y la mirada hacia los cielos.
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